En el 2018 ya
niñas y niños habían venido trabajando artísticamente el tema de Quetzalcoatl a
través de la realización de esculturas construidas con deshechos de madera.
Desde entonces 3 niñas y 1 niño habían escrito historias breves sobre el
regreso de la diosa Quetzalcoatl a la comunidad de Goyena, misma que pertenece
a la Comunidad Indígena de Sutiaba en cuya cultura la Serpiente Emplumada aún tiene arraigo,
aunque cada vez más relegado y casi proscrito por nuevas corrientes religiosas.
Trabajaron en
esta iniciativa 10 niños y 7 niñas, algunos de manera individual otros en grupo
para diseñar 8 libritos cartoneros de 15 x 15 centímetros empastados en cartón,
con páginas plegables a manera de acordeón a lo interno, donde crearon bellas
ilustraciones con lápices de color o con pintura, basadas en las 4 historias
disponibles: “Quetzalcoatl y el maíz” de María Azucena Chavarría Hernández (14
años), “La Culebra Emplumada” de Neshly Lisette Delgado Vargas (12 años), “La
culebra sin familia” de Odalys Quiroz (10 años) y “La culebra y mi abuelo” de
Yahir Dávila Muñoz (7 años).
QUETZALCOATL Y EL MAIZ
Esta es la historia de Quetzalcoatl, la cual se dice
que es una Serpiente Emplumada muy maravillosa y es una diosa. Ella es buena
porque ayuda a los indios. Ella iba adonde los indios y a medio camino se regresó a su vivienda a traer su tesoro más
grande que es una semilla de maíz. Y la llevó a los indios y se la dio y los
indios estaban muy agradecidos. Ellos vinieron con la Serpiente Emplumada a
sembrarlo y al tiempo se iba reproduciendo y dio cosecha. Al dar la cosecha se
dieron cuenta que podían hacer muchas cosas como pinol, tortillas, nacatamales,
pinolillo, tamal relleno, tamal simple, entonces de eso se alimentaban y le
sacaban provecho porque podían vender de todo lo que se podía hacer con el
maíz. Si no hubiera sido por la Serpiente Emplumada el maíz no se pudo haber
descubierto para los indios y la humanidad. Gracias a la grandiosa Quetzalcoatl
que descubrió el maíz y saber que con el maíz se podía hacer de todo.
María
Azucena Chavarría Hernández
14
años.
"Quetzalcoatl y el maìz"· ilustrado por Felix Yasmir Palacios Vàsquez, Osmailing Cantillano, Jonathan Antonio Antòn Ulloa.
"Quetzalcoatl y el maìz" ilustrado por Berlin Daniela Flores y Jeimi Marbelì Miranda Gutièrrez.
LA CULEBRA EMPLUMADA
"Quetzalcoatl y el maìz" ilustrado por William Ismael Gòmez,
Christofer Arièn Antòn Obando y Joni Exael Vanegas Gutièrrez.
Esta es la historia de Quetzalcoatl, la Serpíente
Emplumada que, después de mucho tiempo regresó a Goyena y comenzó a ayudarles a
los indios a sembrar el maíz, los frijoles y el trigo. Y de todas esas siembras
los indios comían, con eso siempre hacían tortillas y los frijoles los cocían y
con el trigo hacían atol y muchos alimentos más. Quetzalcoatl era la diosa de
los indios. También los indios hacían rituales donde le ofrecían los alimentos,
pero un día de lluvia vino una tormenta
que estaba rodeada con rayos y lluvia, que pasaron tres meses con rayos y
tormentas y la siembra de los indios se estaba pudriendo. Pero Quetzalcoatl
como era una diosa y cuidaba su madre naturaleza, desvió la tormenta y los
indios quedaron agradecidos con su diosa la Serpiente Emplumada. Esta historia
de Quetzalcoatl vivieron los indios con su diosa, muy felices, y con los
alimentos que ella les había dado.
Neshly
Lisette Delgado Vargas
11
años.
"La culebra emplumada" ilustrado por Axel Enrique Mena Altamirano.
"La culebra emplumada" ilustrada por Ana Gabriela Corea Rìos y Neshly Lisette Delgado Vargas.
LA CULEBRA SIN FAMILIA
Era una vez por
el desierto vivía una vieja culebra que cuidaba el bosque. Era muy trabajadora
aquella culebra porque cultivaba los bosques, sembraba el maíz. Ella lo cuidaba
porque sentía que era su casa. Ella llegó muy joven y envejeció sola, pero a
pesar que vivía sola era muy alegre, independiente. Sola ella podía hacer las
cosas muy bien. Ella vivió un siglo, nunca se entristeció porque era una
culebra sola, sin familia, sin esposo, sin hijos, sobrinos, tíos, abuelos y
nunca supo de sus padres… …Colorín Colorado, este cuento se ha acabado.
Dailyng
Odalys Quiroz Meza
10
años.
"La culebra sin familia" ilustrada por Hernàn Usiel Vallejo Quiroz.
"La culebra sin familia" ilustrada por Kevin Urbina.
LA CULEBRA Y MI ABUELO
Había una vez
una culebra venenosa y se llamaba Quetzalcoat y vivía en un ojo de agua donde
la gente iba a bañarse. Un día llegué con mi abuelito Beto a bañarme a ese
lugar y la culebra se estaba asoleando y cuando nos vio la culebra se fue y no
volvió porque mi abuelo la iba a matar.
Yahir
Dávila Muñoz
7
años.
"La culebra y mi abuelo" ilustrada por Yahir Dàvila Muñoz.
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