martes, 18 de diciembre de 2018

QUETZALCOATL REGRESA A GOYENA: UN LIBRITO CARTONERO CON NIÑOS Y NIÑAS DE LA COMUNIDAD DE GOYENA.

En el 2018 ya niñas y niños habían venido trabajando artísticamente el tema de Quetzalcoatl a través de la realización de esculturas construidas con deshechos de madera. Desde entonces 3 niñas y 1 niño habían escrito historias breves sobre el regreso de la diosa Quetzalcoatl a la comunidad de Goyena, misma que pertenece a la Comunidad Indígena de Sutiaba en cuya cultura  la Serpiente Emplumada aún tiene arraigo, aunque cada vez más relegado y casi proscrito por nuevas corrientes religiosas.

Trabajaron en esta iniciativa 10 niños y 7 niñas, algunos de manera individual otros en grupo para diseñar 8 libritos cartoneros de 15 x 15 centímetros empastados en cartón, con páginas plegables a manera de acordeón a lo interno, donde crearon bellas ilustraciones con lápices de color o con pintura, basadas en las 4 historias disponibles: “Quetzalcoatl y el maíz” de María Azucena Chavarría Hernández (14 años), “La Culebra Emplumada” de Neshly Lisette Delgado Vargas (12 años), “La culebra sin familia” de Odalys Quiroz (10 años) y “La culebra y mi abuelo” de Yahir Dávila Muñoz (7 años).





QUETZALCOATL Y EL MAIZ

Esta es la historia de Quetzalcoatl, la cual se dice que es una Serpiente Emplumada muy maravillosa y es una diosa. Ella es buena porque ayuda a los indios. Ella iba adonde los indios y a medio camino  se regresó a su vivienda a traer su tesoro más grande que es una semilla de maíz. Y la llevó a los indios y se la dio y los indios estaban muy agradecidos. Ellos vinieron con la Serpiente Emplumada a sembrarlo y al tiempo se iba reproduciendo y dio cosecha. Al dar la cosecha se dieron cuenta que podían hacer muchas cosas como pinol, tortillas, nacatamales, pinolillo, tamal relleno, tamal simple, entonces de eso se alimentaban y le sacaban provecho porque podían vender de todo lo que se podía hacer con el maíz. Si no hubiera sido por la Serpiente Emplumada el maíz no se pudo haber descubierto para los indios y la humanidad. Gracias a la grandiosa Quetzalcoatl que descubrió el maíz y saber que con el maíz se podía hacer de todo.

María Azucena Chavarría Hernández
14 años.




"Quetzalcoatl y el maìz"· ilustrado por Felix Yasmir Palacios Vàsquez, Osmailing Cantillano, Jonathan Antonio Antòn Ulloa.



"Quetzalcoatl y el maìz" ilustrado por Berlin Daniela Flores y Jeimi Marbelì Miranda Gutièrrez.



"Quetzalcoatl y el maìz" ilustrado por William Ismael Gòmez, 
Christofer Arièn Antòn Obando y Joni Exael Vanegas Gutièrrez.

LA CULEBRA EMPLUMADA

Esta es la historia de Quetzalcoatl, la Serpíente Emplumada que, después de mucho tiempo regresó a Goyena y comenzó a ayudarles a los indios a sembrar el maíz, los frijoles y el trigo. Y de todas esas siembras los indios comían, con eso siempre hacían tortillas y los frijoles los cocían y con el trigo hacían atol y muchos alimentos más. Quetzalcoatl era la diosa de los indios. También los indios hacían rituales donde le ofrecían los alimentos, pero  un día de lluvia vino una tormenta que estaba rodeada con rayos y lluvia, que pasaron tres meses con rayos y tormentas y la siembra de los indios se estaba pudriendo. Pero Quetzalcoatl como era una diosa y cuidaba su madre naturaleza, desvió la tormenta y los indios quedaron agradecidos con su diosa la Serpiente Emplumada. Esta historia de Quetzalcoatl vivieron los indios con su diosa, muy felices, y con los alimentos que ella les había dado.

Neshly Lisette Delgado Vargas

11 años.



"La culebra emplumada" ilustrado por Axel Enrique Mena Altamirano.



"La culebra emplumada" ilustrada por Ana Gabriela Corea Rìos y Neshly Lisette Delgado Vargas.


LA CULEBRA SIN FAMILIA

Era una vez por el desierto vivía una vieja culebra que cuidaba el bosque. Era muy trabajadora aquella culebra porque cultivaba los bosques, sembraba el maíz. Ella lo cuidaba porque sentía que era su casa. Ella llegó muy joven y envejeció sola, pero a pesar que vivía sola era muy alegre, independiente. Sola ella podía hacer las cosas muy bien. Ella vivió un siglo, nunca se entristeció porque era una culebra sola, sin familia, sin esposo, sin hijos, sobrinos, tíos, abuelos y nunca supo de sus padres… …Colorín Colorado, este cuento se ha acabado.

Dailyng Odalys Quiroz Meza
10 años.



"La culebra sin familia" ilustrada por Hernàn Usiel Vallejo Quiroz.



"La culebra sin familia" ilustrada por Kevin Urbina.

LA CULEBRA Y MI ABUELO

Había una vez una culebra venenosa y se llamaba Quetzalcoat y vivía en un ojo de agua donde la gente iba a bañarse. Un día llegué con mi abuelito Beto a bañarme a ese lugar y la culebra se estaba asoleando y cuando nos vio la culebra se fue y no volvió porque mi abuelo la iba a matar.

Yahir Dávila Muñoz
7 años.




"La culebra y mi abuelo" ilustrada por Yahir Dàvila Muñoz.













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